domingo, 17 de mayo de 2009

Límites IV

La enseñanza de las normas y los límites no son un grave problema si nosotros también nos conducimos de manera coherente. No podemos pedirle a un niño que no ponga los pies sobre la mesa, si alguno de nosotros acostumbra a hacerlo, o que no arroje papeles al suelo si nosotros lo hacemos. Nuestra autoridad se sustenta en nuestra actitud, en nuestro modelo.
Y si a esto le agregamos confianza y cariño, no podemos fracasar.
Tenemos la obligación de hablar con la verdad y ellos nos lo agradecerán con la confianza, base para que se sientan seguros y para que no perdamos autoridad. Aprendamos a escuchar a nuestros chicos y a confiar en ellos, para que sienta confianza en sí mismos.
Y por último, el cariño y el amor es el pilar fundamental de toda relación, además del respeto.
Amemos a nuestros chicos por ellos mismos y no por lo que nos dan, amémoslos para que se acostumbren a prescindir de nosotros, que sean autónomos y libres. Y ellos nos van a querer más, cuanto más libres se sientan.


Bibliografía consultada: Educación de la sensibilidad en el niño. Georges Mauco. Aguilar.

Contactame: marcelamorono@hotmail.com

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