miércoles, 20 de abril de 2011

Niños y mascotas 4

Recuerdo muy bien cuando en el jardín donde trabajé, tuvimos animales en una pequeña granja. Yo me hacía cargo del taller de ciencias, y de la granja.
Teníamos peces , gallinas, gallo, conejos, faisanes y un pato.
Una vez tuvimos un conejo negro muy bonito al que los chicos no tardaron en llamarle Bombón. Durante la hora del taller, traíamos la jaula, soltábamos a Bombón y todos lo acariciaban, jugaban con él, lo alimentaban, y lo respetaban. La expresión de las caras de los chicos era increíble, reflejo de lo que interiormente sentían, algunos más temerosos, otros valientes, otros sumamente fascinados, pero todos felices y relajados.
Con los peces pasaba algo similar. Entre los integrantes de un grupo pequeño, cambiaban el agua, lavaban las piedras y adornos, y los alimentaban. En vacaciones alguno se llevaba la pecera a su casa para cuidarlos.
Otra experiencia curiosa fue con el pato, al construir un estanque con piedras, y tierra, llevar el agua, ver jugar al pato, arrojarle comida, salir corriendo, reírnos .
Se entiende que todo ésto da mucho trabajo, pero los aprendizajes surgidos a partir de estas vivencias no se hubieran conseguido sin ellas, y, lo más importante , los buenos momentos que esos chicos vivieron con esos animales bien vale la pena aquel trabajo.

Contáctame: marcelamorono@hotmail.com

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