Casi todos sabemos que es bueno que los chicos tengan una mascota. Aunque unos pocos crean que las mascotas son como juguetes para los niños, lo cierto es que no es así. Y la importancia de la relación entre ellos va más allá de unos simples compañeros de juegos.
Lo cierto es que muchas investigaciones en distintos lugares y en situaciones distintas, aclaran muchos puntos que todavía hoy también mucha gente no sabe. Del hecho de tener una mascota en casa, se desprende la necesidad de extremar las condiciones de higiene, por lo tanto hay nuevos aprendizajes al respecto, como por ejemplo lavarse las manos , cepillar los pelos, juntar las heces, o lavar los recipientes que los niños están capacitados para hacer. Del mismo modo conocer las necesidades del nuevo integrante de la familia, porque eso es una mascota, implica saber qué le conviene, y qué no, para protegerlo de enfermedades, y al mismo tiempo proteger a la familia. Todo esto deviene en desarrollar el sentido de la responsabilidad, y sólo con el cuidado de su mascota.
Junto con la responsabilidad, y la capacidad de ocuparse de estas tareas, se crea un mayor sentimiento de autoestima,e independencia.
A su vez, ocuparse de un animal, significa conocerlo, sentir empatía y compasión por él, ademas de compartir juegos y paseos, desarrollar el respeto hacia otras formas de vida, lo que concluye en crecimiento personal y madurez.
Para finalizar, los niños que pueden compartir su vida de este modo con una mascota, se los puede notar más felices, sociables, y con menos stress.
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