En el jardín, hay un momento agradable, sensibilizador y mágico,es el momento del cuento.
Todas las actividades relacionadas con la litertura, desde narraciones, cuentacuentos, poesías y otras, son importantes ya que cada una tiene sus propios objetivos. Personalmente, lo que más me gusta es la simple narración de un cuento, sin otro soporte que el de la voz y el gesto, cuya única finalidad sea la de disfrutar del cuento, desarrollando en los oyentes la imaginación y la sensibilidad.
Intento siempre que ésta tarea no sea interrumpida por ninguna persona ajena a la sala,(cuelgo un cartelito en la puerta advirtiendo que no se puede entrar porque es la hora del cuento).
Invito a los chicos a ponerse cómodos, generalmente en el suelo, sobre la alfombra o almohadones u otro sitio donde se puedan relajar. Que no haya ruidos externos; cuido la luz, si es mucha tienden a mantenerse demasiado activos pero tampoco a oscuras.
Así comienzo el relato sentada entre ellos.
Nunca tuve dificultades de dispersión en ésta actividad, aprendí a modular mi voz, el volúmen, la rapidez o lentitud de las frases, según el cuento lo necesite para dar la sensación de suspenso, alegría, emoción, tristeza.
Los niños siempre gustan de este espacio y nosotras también al ver las caras y los ojos de todos, cómo cambian de expresión a medida que van escuchando, "metidos" en el cuento, imaginando los personajes y las situaciones.
Realmente es un momento mágico.
Contactame: marcelamorono@hotmail.com
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